Antes de nada, agradecer al FIV de Vilalba (uno de los festivales más longevos del noroeste, pues esta fue su novena edición ya) su invitación y felicitarles por el “sold out”, y a festis.es por permitirme cubrir el evento.
Empezaremos por hacer un repaso de las instalaciones y de la logística, concretamente, por uno de los aspectos tristemente más olvidados y al mismo tiempo más fundamentales: el sonido. Solo se puede decir que la acústica fue increíble, el escenario y la zona de público estaban cubiertos por una carpa lo que facilitó una reverberación adecuada en todos los puntos del recinto. El festival contó con un equipo de gran calidad que permitió que se escuchase de una manera nítida, tanto en el fondo de la pista como en el mismo foso, además, el sonido nunca sonó “roto” y fue muy cómodo para los oídos aguantar el volumen al que sonó la música, y de sobra cumplió los niveles de decibelios necesarios para que la fiesta fuese total.
En cuanto al camping, parece que hubo excesiva afluencia y por tanto el festival tuvo que habilitar una zona que no estaba del todo acondicionada, esta zona extra no tenía cubierta y el frío durante la noche se hizo notar en los huesos de los campistas, una lástima y punto para mejorar por la organización que, como se dice habitualmente, “mejor que sobre que que falte”, parece que en el resto de zonas de acampada la experiencia fue satisfactoria.
A pesar de que la gente entraba y salía en masa entre concierto y concierto, en ningún momento se produjeron aglomeraciones ni hubo sensación de agobio en las zonas de acceso y salida.
En cuanto a la zona de intercambio de entradas por pulseras, solo decir que fue original el lugar elegido.
Y ahora, las actuaciones.
Lamentablemente, no pude asistir ni a la primera jornada, ni a la actuación matutina en el abarrotado centro cultural (problemas de ser estudiante y un cierre de entrega a las doce de la noche del viernes). «La vida…», como dice uno.
¿Y qué nos perdimos? Bueno, de acuerdo a lo leído en redes sociales, dos actuaciones espectaculares: por un lado, la de Supersubmarina, actuación final de la noche, en la cual no dejó de sonar hit tras hit, pues el grupo de Jaén es un genuino rompelistas, como reflejan sus más de veinticinco millones de reproducciones en Spotify, y, por otro lado, la de Xoel López, el cual interpretó canciones de su último disco “Paramales” y en la que el público dio buena cuenta del cambio de rumbo en el estilo del cantautor, con un sonido renovado, aunque el sonido de los sintetizadores no fue lo único que se escuchó, pues también hubo espacio para tocar temas de sus anteriores discos, e incluso de la etapa de «Deluxe». Pablo Und Destruktion tuvo la siempre difícil tarea de abrir el festival, pues Músculo! no pudo tocar por problemas con uno de los equipos de sonido que utiliza la banda. Ya con la tarea conocida de caldear al público y de ser los encargados de intentar provocar los primeros pasos de baile, dieron la que sin duda fue la sesión de música más íntima y personal de todo el festival.
Segunda jornada del FIV de Vilalba 2016
Los encargados de abrir el festival el segundo día fueron las cinco integrantes de la banda gallega Agoraphobia, con un sonido que se podría definir como una mezcla de Grunge y sonido americano de los 60/70, fueron también las encargadas de poner la nota más rockera de todo el festival, con una actuación llena de energía y una cantante completamente entregada a la causa y una batería realmente increíble y que, a pesar de no ser del estilo del target del FIV de Vilalba, consiguieron un gran aplauso acorde a su gran actuación. El único punto negativo fue la duración, pues fue la actuación más corta de toda la noche.
La siguiente actuación fue la de Miss Caffeina, la más reivindicativa de toda la noche, con un par de llamamientos al público para que les apoyaran en algunas de sus causas. En este concierto nos encontramos el sonido más pop de la jornada, con melodías dulces y un estilo muy alejado del que veníamos de escuchar, dieron buena cuenta de alguno de sus temazos más característicos y, por primera vez en toda la noche, el público se arrancó a cantar algunos de los versos de las canciones. Para esta actuación ya se notaba que había muchos fans entre los asistentes al festival.
Tras el concierto de Miss Caffeina, llegaba el turno de Dorian, y aquí sí que me encontré con un punto negativo en la actuación, pues un grupo como este debería haber sabido administrar mejor su repertorio. El público, que incluso estaba teniendo una actitud de pasotismo respecto a lo que estaba pasando en el escenario, no conectó con ellos hasta pasada la media hora de concierto, cuando el grupo tocó una de sus canciones más características, ese auténtico hit que es “La Tormenta de Arena”, desde ese momento comenzó una nueva actuación que brindó los 20 mejores minutos de música de toda la noche. La actuación acabó por todo lo alto y el paso del grupo por el escenario, al final, nos dejó con un muy buen sabor de boca, que es lo que importa al fin y al cabo.
El último grupo en actuar en el festival fue el cabeza de cartel, Izal, de gira por el lanzamiento de su último disco “Copacabana”. El setlist de la actuación fue el mismo que presentaron hace medio año en el VodafoneYu de Santiago de Compostela, iniciando con “Prólogo” para continuar con “Copacabana”, y pasando por una serie de canciones tanto de sus primeros discos ( destacando “Prueba y Error” y la ya mítica “La mujer de verde”), como también del último, como por ejemplo “El Baile”, con el que dieron por finalizada su actuación en un cierre en el que todos los músicos estaban desplazados al borde del escenario mientras el público reclamaba un último bis más.
Por último, Daniless Dj continuó con la música hasta bien entrada la madrugada.
Por Martín Febreiro para festis.es