Los pasados días 15, 16 y 17 de junio de 2023 tuvo lugar O Son do Camiño 2023. Aquí te contamos cómo vivimos esta cita musical en Santiago de Compostela.
O Son do Camiño 2023
Jueves, 15 de junio
Primera jornada de O Son do Camiño 2023, con un sol radiante sobre Santiago de Compostela. Queríamos llegar a tiempo para uno de los conciertos que más nos apetecía, el de The Rapants, así que en un primer momento optamos por el transporte en taxi. Después de una larga espera, y siguiendo el consejo de uno de los pocos taxistas que pasaron por la parada, decidimos caminar hasta la estación de tren para coger una lanzadera. Lamentablemente, llegamos una hora más tarde de lo esperado y nos perdimos la actuación, pero estamos seguros de que montaron una buena en el escenario Xacobeo.
Aprovechamos para explorar el recinto antes de nuestra siguiente parada: Tokischa en el escenario Estrella Galicia. La dominicana dispuso de 50 minutos, durante los cuales hizo bailar tanto a sus fans como al público curioso que poco a poco se unía a la fiesta. Al grito de «Popola presidente», tras un pequeño discurso introductorio, apareció Tokischa sobre el escenario al ritmo de «Sistema De Patio». Sin apenas tiempo para respirar, «Linda» y «Desacato escolar» terminaron por poner patas arriba o Monte do Gozo. El show continuó con «Singamo» y varios de esos innegables hits que tiene con otros artistas, como «LA COMBI VERSACE», «Somos Iguales», «Perra» o «Estilazo». Aprovechó «Kilo» para bajar a darse un baño de masas y coquetear entre sus fans. Después de muchos bailes, la fiesta concluyó sobre el escenario con una ola de confetti blanco y «Delincuente».
Aunque un pequeño giro de cabeza habría sido suficiente, decidimos adentrarnos un poco para disfrutar de uno de los pocos vestigios que quedan de aquella línea un poco más alternativa que seguía el festival en sus anteriores ediciones: alt-J. No fue el mejor escenario para la banda de Leeds, que no se vio muy arropada por unas primeras filas que charlaban, miraban para atrás o, directamente, se sentaban a esperar por los siguientes artistas. Es difícil meterse en un concierto cuando el ambiente no acompaña, pero dejando ya a un lado la falta de respeto de una parte del público, podemos decir que Joe Newman y los suyos cumplieron con creces. Pudimos corear clásicos de la banda, como «Every Other Freckle», «In Cold Blood», «Tessellate», «Matilda» o «Left Hand Free», al tiempo que descubríamos el directo de algunos de los temas de su último LP, que vio la luz el año pasado, como «U&ME», «Bane» o «Hard Drive Gold». Por supuesto, «Breezeblocks» fue la encargada de lujo de cerrar el concierto.
El que sí disfrutó de complicidad con el público en este mismo escenario fue Eladio Carrión. Desde un primer momento, ya con las primeras notas de «Flores en anónimo», se certificó el éxito de un concierto que sirvió como estreno de su gran gira por España. El puertorriqueño logró encajar más de una veintena de temas en los 50 minutos de los que dispuso, acompañándolos de resultones juegos de humo y luces. Entre los momentos más destacados durante la actuación, aunque debemos decir que no hubo tregua, «Si La Calle Llama», «Mbappe», «Hola Como Vas», «Coco Chanel» o «Kemba Walker». «Hugo» fue toda una explosión de júbilo hacia el final del show, terminando con «Si Salimos» y la sesión que hizo con Bizarrap, ya inundados en confetti.
Con la colina a rebosar, Leiva saltaba al escenario para reafirmar lo fuerte que es la escena pop rock española. El climax de su concierto llegó de la mano de «La Llamada» y, tras esto, ya no paramos de escuchar hits, como una «Como Lo Tienes Tú» enganchada con una coreadísima cover de «Hey Jude», de los Beatles. O Monte do Gozo siguió cantando con «Estrella Polar», «No Te Preocupes Por Mi» y «Como Si Fueras a Morir Mañana», dejando para el final el momento de máximo karaoke: «Princesas» y «Lady Madrid».
Volvimos a la música urbana de la mano de la sesión de Bizarrap. La estrella argentina nos ofreció un set con muchos de sus temas más famosos, pero con una duración reducida. Mezcladas de forma elegante, se fueron sucediendo fragmentos de sus sesiones con populares artistas como Nathy Peluso, L-Gante, Eladio Carrión, Residente, Villano Antillano, Arcángel o Nicki Nicole. Por destacar dos momentos de euforia colectiva entre los festivaleros: la sesión con Shakira, que sonó hacia el mitad del concierto; y, por supuesto, la sesión con Quevedo, que cerró el set por todo lo alto.
Tras la sesión de Bizarrap, pudimos seguir de fiesta con los DJs de EDM de renombre internacional Nervo y Steve Angello.
Viernes, 16 de junio
Para la jornada del viernes no dudamos y fuimos directos a la estación intermodal para coger la lanzadera y llegar temprano al recinto.
Futuro Alcalde fue el encargado de abrir el segundo día del festival. El compostelano, ganador del concurso Sonidos Mans, trajo todo un soplo de aire fresco al festival y nos ofreció una buena dosis de garage pop desenfadado. Amenizó la tarde con sus pegadizos y divertidos temas, como «40k», «La última vez», «O Sainés» o «Me jodiste el orgullo». También encajó, en sus 40 minutos de concierto, una lograda cover de la mítica canción de las Vulpes, «Me gusta ser una zorra».
Acto seguido y en el escenario contiguo, llegó el turno de Fillas de Cassandra. Sobradas de actitud, María y Sara nos llevaron de viaje por su «ACRÓPOLE» que vio la luz el pasado mes de febrero. El horario no era el mejor -16.40 de la tarde-, pero lograron congregar a un amplio público con ganas de música en gallego. Desgranaron su álbum debut entre bailes, buen rollo y crítica social, abriendo con «I. ANTÍGONA» y cerrando el círculo a ritmo de «VIII. ACRÓPOLE». Combinación mágica de música tradicional, afiladas letras y electrónica. Un entregadísimo público vibró con temas como «V. AS MOIRAS», «II. LISÍSTRATA (Varre Vasoira)», «IV. ECO» o «VII. CASSANDRA (Fillas de Cassandra)», así como con una «DiMe» en la que nos sorprendió Berto saltando al escenario, y un «perreo ata abaixo» al que no se pudo resistir ni el cámara del escenario Estrella Galicia. Aunque no duró mucho, alguien no tuvo mejor idea que ponerse a hacer su prueba de sonido en el escenario Xacobeo durante la actuación, a lo que contestaron animando al público a cantar más alto. Mención especial a la espantada de gente tras el concierto, dejando claro que actuaciones como la de Fillas de Cassandra deberían tener un mayor peso en la programación del festival.
Más tarde, en este mismo escenario, pudimos presenciar el concierto de Delaporte. Tal y como la propia Sandra confensó, fue un poco raro verlos a plena luz del día, «pero es como si fuese ya un after, así que a tope». A pesar de esto, buena ración de bailes y de energía, desde una lograda versión de «Toro», de El Columpio Asesino, hasta una concluyente «Bang Bang» en la que se unieron las Ginebras a la fiesta. Por el camino, cortes como una divertida cover de «Cariñito» mezclada brevemente con la «Gasolina», «Droga Dura», «Ni Un Beso» y una explosiva «El Volcán».
Giro hacia el escenario Xacobeo y hora de Ginebras. «Alex Turner» abrió un concierto especial para su cantante, Magüi, que volvía así a su tierra natal. Continuaron presentando su reciente «¿Quién es Billie Max?», sin dejarse en el tintero algunos de sus temas más populares, como «Cosas Moradas», su cover de «Con Altura» o «Crystal Fighters». El momento de mayor intimidad llegó con Magüi dedicando una sentida «Gracias por venir» a sus amigos del colegio, a la que se fueron uniendo sus compañeras. Antes de marcharse, Sandra Sabater dedicó unas palabras al público que esperaba sentado o de espaldas en las primeras filas, recordándoles la falta de respeto que esto supone. Aún así, contra viento y marea, tanto ellas como nosotros disfrutamos de una gran despedida a ritmo de «La Típica Canción» y un último baile con «Party Rock». Nos quedamos con esta frase: «lo sentimos por la gente que no quería vernos, a tope con la gente de atrás».
El siguiente en saltar al escenario no fue otro que Xoel López. El artista coruñés, acompañado de una gran banda, nos ofreció una hora de concierto plagada de algunos de sus mayores éxitos. Un show un tanto descafeinado, quizás por la hora del día o por un ambiente al que no está tan acostumbrado Xoel, pero en el que pudimos disfrutar de clásicos como «A serea e o mariñeiro», «Ningún nombre, ningún lugar» o una tímidamente coreada «Lodo». También hubo tiempo para su colaboración con Baiuca en «Paxaro do Demo» y para una versión de «Ojalá que llueva café» que sirvió para animar al público, así como una «Tigre de bengala» que puso el punto y final a su actuación.
A las 20.50 de este día llegaría el momento más rockero del festival: Wolfmother se presentaban en el escenario Xacobeo. Los australianos hicieron valer su Grammy con una potente «Woman» muy tempranera, pero, de nuevo, no fue el mejor contexto para la banda. Su carismático líder, Andrew Stockdale, hizo lo que pudo para deleitar a sus fans, que pudieron disfrutar de un concierto protagonizado, en gran parte, por su aclamado álbum homónimo, que cumple ya 18 años desde su lanzamiento en 2005. Así, además de la ya mencionada «Woman», destacaron momentos como «Vagabond» o un cierre a ritmo de «Joker & the Thief».
Llevábamos una jornada muy intensa y tuvimos que parar para cenar, perdiéndonos uno de los conciertos más esperados del día, el del argentino Trueno.
Después de un merecido descanso, volvimos a la carga de la mano de The Kooks. O Monte do Gozo ya estaba repleto de gente que esperaba con ansias por los siguientes conciertos, pero Luke Pritchard y los suyos no se amedrentaron y ofrecieron una más que correcta actuación de su particular indie pop. Pudimos sentir el verano en nuestra piel con las felices melodías de los de Brighton, desde «Always Where I Need to Be» hasta «Naïve», pasando por temas como «Ohh La», «She Moves in Her Own Way» o «Junk of the Heart (Happy)».
La larga espera de muchos en las primeras filas por fin daba sus frutos: Maluma salía al escenario y se le saltaban las lágrimas a algún que otro fan emocionado. Cañones de humo sin parar, atrezo grandilocuente y bailarinas muy activas fueron los ingredientes principales de un espectáculo en el que él fue el principal protagonista. Aunque vivimos algunos de los temas más coreados del festival, como «Hawái», «Felices los 4« o «4 Babys», que crearon grandes estampas en la colina, un uso muy exagerado del playback deslució la actuación del colombiano por momentos
El recinto de O Son do Camiño estaba a reventar, por lo que mantuvimos posiciones del lado izquierdo para el show de Mora. El puertorriqueño, conocido por sus colaboraciones con Bad Bunny, apareció con mucha fuerza sobre el escenario a ritmo de uno de sus temas más electrónicos: «Blackout». Tras esto, y con una «Domingo de Bote» aderezada con muchos cañones de humo, puso patas arriba O Monte do Gozo. Su energía en temas como «APA» y «Calentón» no dieron cabida a ningún descanso. Después de una «Modelito» muy animada, pasó a cantar uno de sus temas más tranquilos, «Cómo has estau?». Hits como «Volando», «badtrip :(«, «2010» y «512» fueron la guinda perfecta, con una «Inocente» coreada en su totalidad por el público gallego. Destacar también el momento de «7 Lágrimas», un tema que, según confesó, solo canta en sus conciertos en España. Una actuación que muchos recordarán como su favorita de la jornada. Mora había sacado una nueva colaboración hacía muy pocos días, «POLARIS», y se quedó boquiabierto tras ver que todo O Monte do Gozo se sabía la letra de principio a fin. Para cerrar, una coreadísima «Memorias».
El cierre de la jornada llegó de la mano de Alesso, que mantuvo ocupados a los festivaleros que aún seguíamos por el recinto con un entretenido show de EDM. «When I’m Gone», «Heroes (We Could Be)» y «If I Lose Myself» fueron solo algunos de los hits que pinchó el famoso DJ.
Al último día del festival no pudimos acudir, así que nos perdimos actuaciones de artistas como Aitana, Vetusta Morla o Royal Blood.
O Son do Camiño 2023 fue todo un éxito en ventas, y es que a pesar de ser tan solo su cuarta edición, es una marca ya más que consolidada, como demostró colgando el cartel de sold out antes de anunciar su cartel. Se ha convertido en el punto de encuentro de buena parte de una juventud gallega que peregrina religiosamente al festival, aunque sea solo por el hecho de estar ahí. Para muchos es una cita obligada, es la fiesta que marca el inicio del verano y la oportunidad de ver a algunos de los artistas que más se escuchan en la radio. Lamentablemente, como consecuencia de esto, no fue el mejor contexto para otros artistas que pudieron sentir la falta de complicidad con el público, así como tampoco fue el mejor ambiente para sus fans. Veremos lo que nos depara la próxima edición. ¡Hasta pronto!