Los pasados días 13, 14, 15 y 16 de agosto tuvo lugar el festival Vodafone Paredes de Coura 2025. Aquí os contamos cómo vivimos esta nueva edición del festival portugués.
Vodafone Paredes de Coura 2025

Miércoles, 13 de agosto
Llegamos al couraíso a media tarde del miércoles, con el concierto de Unsafe Space Garden ya iniciado en el escenario secundario, el BacanaPlay. El concierto de la despreocupada banda portuguesa abrió el festival con una dosis de humor, caos y energía. Su simpático y colorido indie psicodélico no entiende de etiquetas, más allá de la diversión y de una desmesurada y atrapante expresividad, tanto en sus temas más luminosos, como «GROWN-UPS!», como en aquellos con toques más oscuros. Mucho carisma para empezar el Paredes de Coura 2025 con muy buen pie.

A continuación estrenamos el escenario principal de la mano de Nilüfer Yanya. La artista británica no falla y ya ha firmado tres álbumes sobresalientes desde su debut, en 2019, con «Miss Universe» (ATO, 2019), del que ya no hubo ni rastro. Una hora de actuación que se pasó volando y que estuvo protagonizada por sus dos últimos LPs, «My Method Actor» (Ninja Tune, 2024) y «PAINLESS» (ATO, 2022). El concierto arrancó por todo lo alto con esa energética y punzante «Method Actor» que da nombre al último álbum, con la que se ganó a un entregado público en Paredes de Coura. Nilüfer Yanya hizo brillar las introspectivas letras que gobiernan su repertorio con esa elástica voz que tanto la caracteriza, su guitarra y la ayuda del saxofón de su acompañante, haciendo así las delicias del público que copaba las primeras filas del anfiteatro natural de la playa fluvial de Taboão. Hubo tiempo para una potentísima versión de «Rid of Me» (PJ Harvey) antes del broche final con «midnight sun». Una preciosa actuación en un entorno inmejorable para despedirnos del sol, que apretaba pasados los 30ºC desde primera hora.

Subimos por primera vez la ladera para volver al escenario BacanaPlay, donde llegaba el turno de Cass McCombs. El veterano cantautor californiano ofreció una agradable actuación de indie folk sin florituras, con letras honestas y una gran carga emocional. Su nuevo largo, «Interior Live Oak» (Domino, 2025), vería la luz apenas dos días después, el 15 de agosto, y pudimos escuchar algunos adelantos del mismo, como «Missionary Bells», «Peace» y «Priestess», temas más directos y coloridos que fueron muy bien acogidos.

MJ Lenderman fue el siguiente en subirse al escenario Vodafone. Si el año pasado pudimos verlo en el secundario como parte de la banda Wednesday, en esta ocasión venía al escenario principal a presentarnos su proyecto And The Wind y su último álbum en solitario, «Manning Fireworks» (Anti-, 2024). Así, la introspección narrativa siguió reinando por una hora más en el Paredes de Coura, ahora aderezada con cautivadores solos de guitarra. El estadounidense fue de menos a más, y lo que en un primer momento parecía que se le había quedado un poco grande se convirtió en una potente atmósfera de sonido al caer la noche, con temas como «On My Knees», «Bark at the Moon» o «She’s Leaving You».

De vuelta en el escenario BacanaPlay, turno de Don West. El artista australiano se dio a conocer el año pasado a través de un pequeño y homónimo EP, en el que revitaliza el soul clásico y le pone su cinemático sello personal con una voz magnética. Un sonido retro, cálido y agradable, que destaca en temas como «Small Change» o la recién estrenada «Julia». La actuación resultó ser una muy grata sorpresa, acompañada de trompeta y saxofón, mucho groove y buen rollo, reparto de rosas incluido. Nos quedamos con las ganas de escuchar una de nuestras favoritas, «Rather Be Lonely», para la que ya no hubo tiempo, y con ganas de más Don West. El próximo 14 de noviembre verá la luz su álbum debut, «Give Me All Your Love», con el que podremos seguir descubriendo el sonido del de Sídney.

Sin tiempo que perder, nos dirigimos a la ladera del escenario principal para ver a una de las grandes revelaciones del año: Zaho de Sagazan. La artista de Saint-Nazaire arrasó el año pasado en los premios de la música francesa —Victoires de la Musique—, incluyendo premios como el de mejor álbum y el de mejor revelación en directo. Fuimos testigos de esto último con una magnífica actuación, en la que Zaho nos presentó su único álbum de estudio, «La symphonie des éclairs» (Virgin, 2023). Los sintetizadores y los moduladores analógicos se conjugaron de maravilla con unos frenéticos juegos de luces y, junto a sus compañeros de banda, Zaho demostró su destacada posición desde el primer momento con temas tan potentes como «Aspiration». También hubo momentos a bajas revoluciones y con un peso más emocional, como una preciosa «La symphonie des éclairs» en la que aprovechó para acercarse a las primeras filas y cantar mano a mano con el público. La fiesta electrónica llegó hacia la mitad del concierto con «Ne te regarde pas» y, a partir de ese momento, la francesa convirtió el Paredes de Coura en una estroboscópica rave con «Hab sex», «Dansez», y un colofón final con todo el público coreando su homenaje a «Modern Love» (David Bowie). La joven artista, tras comerse el escenario firmando la que fue una de las mejores actuaciones del festival, se despidió deshaciéndose en agradecimientos y cerrando con un inequívoco grito de «Free Palestine!». Merecidísima ovación por un concierto inolvidable.

Momento de una consagrada artista local en el escenario BacanaPlay: Capicua. La veterana rapera de Porto sacó a relucir sus afilados versos en un concierto que sirvió como presentación de su último álbum, «Um Gelado Antes Do Fim Do Mundo» (Universal, 2025). Unas letras de neón con el nombre del LP decoraron el escenario junto a unos grandes visuales que se sucedían en la pantalla trasera, mientras Capicua soltaba su crítica social sobre el micrófono —y el megáfono— y ponía al público de primeras filas a botar las manos en el aire.

Finalmente llegó el turno del cabeza de cartel del día, el mayor reclamo de esta edición del Vodafone Paredes de Coura: Vampire Weekend. Ezra Koenig y los suyos aprovecharon la ocasión para poner en valor su último largo, «Only God Was Above Us» (Columbia, 2024), del que destacaron temas como «Classical», «Capricorn» o «Mary Boone». La banda de Nueva York manejó de forma sobresaliente el ritmo de la actuación; empezaron Ezra, Baio y Tomson tocando «Mansard Roof» y «Holiday» por delante de una enorme lona con el logo del grupo, antes de llegar a una «Ice Cream Piano» en la que ya se reveló el gran despliegue de músicos: baterías, saxofones, pianos, violín… No faltaron himnos, desde una «A-Punk» que desató la euforia colectiva hasta una «Harmony Hall» dedicada a un niño visiblemente ilusionado entre las primeras filas. También hubo tiempo para el tema en el que colaboraron con SBTRKT, una extendida «New Dorp. New York» en la que Ezra Koenig se animó con el saxofón. Aunque echamos en falta «Cousins» y «Walcott», nos regalaron un show mágico que marca su regreso a Europa para un brevísimo tour.

El momento más punk del día llegó a las dos de la mañana en un abarrotado BacanaPlay, cuando Joey Valence & Brae se subieron al escenario. Los americanos destilan energía y caos a partes iguales con sus «PUNK TACTICS» (JVB Records, 2023) y «NO HANDS» (JVB Records, 2024). Un hiperactivo público correspondió la intensidad del punk rap del dúo de Filadelfia a base de pogos, saltos y crowdsurfing sin fin. Temas como «STARTAFIGHT», «GUMDROP», «THE BADDEST» —interpretada al principio y otra vez hacia el final del show— o una celebrada «PUNK TACTICS» se llevaron la palma, pero también hubo tiempo para un divertido corte de «Cinema» (Skrillex & Benny Benassi) y para felicitar el cumpleaños de su Tour Manager. Fue la mejor forma de cerrar la jornada, una descarga total de energía y buen humor.

El público más aplicado pudo disfrutar a continuación de la fiesta de BADSISTA. Por nuestra parte, nos retiramos para descansar de cara a la siguiente jornada.
Jueves, 14 de agosto
El segundo día del festival lo inauguramos al son de Terno Rei en el escenario principal. Llegamos justo al final, pero pudimos ver a una gran cantidad de público portugués disfrutando y coreando las letras de la banda indie de São Paulo.
El nombre que sí que teníamos marcado en nuestra hoja de ruta era el de La Lom. El trío de California puso a bailar a todo el público en el escenario BacanaPlay a través de un rock instrumental muy veraniego. Una hora de infecciosos ritmos para amenizar las elevadas temperaturas y arrancar el día con una nota positiva.

Y de California nos fuimos a Iowa para recibir con los brazos abiertos el nuevo trabajo de Perfume Genius. Tras su espléndida actuación en 2022, el festival subía la apuesta y ubicaba a Mike Hadreas en el grande. Quizás no fue la decisión más acertada, ya que su propuesta se beneficia mucho de espacios más íntimos, pero Perfume Genius no se echó atrás y ofreció un show a la altura para deleite de sus numerosos fans. Se retorció con la silla que lo acompañaba, se arrastró por los suelos del escenario, se asomó por el borde del mismo, se enredó una y mil veces con el cable del micrófono y volcó todo su ser en cada tema para regalarnos un concierto de lo más dramático y conmovedor. De su nuevo LP, «Glory» (Matador, 2025), destacaron canciones como «It’s a Mirror» o «No Front Teeth», y otros imprescindibles de su discografía no fallaron: «On the Floor», «Describe» o «Queen», además de una genial versión de «Fade Into You».

Tras la elegancia de Perfume Genius llegó el contraste con unos desatadísimos Fat Dog en el escenario de la parte alta de la colina. Los londinenses entraron como una apisonadora con «Vigilante» y enseguida pusieron el BacanaPlay patas arriba a base de fuerza, carisma y un adictivo y electrónico post-punk. Llenazo absoluto en su estreno en Portugal, una hora de pogos y bailes a ritmo de su aclamado álbum debut, «WOOF.» (Domino, 2024), con temas como «All the Same», «King of the Slugs» o una brutal «Running» que sirvió de cierre para uno de los conciertos más contundentes del día.

Esta jornada tuvo como cabeza de cartel a una de las artistas virales del año: Lola Young. Su segundo álbum, «This Wasn’t Meant For You Anyway» (Island, 2024), la catapultó a la fama internacional gracias al viralísimo sexto single, «Messy». La artista británica demostró con su concierto que es mucho más que ese tema y que su meteórico ascenso no ha sido en vano. Una mezcla de pop, soul y R&B en forma de montaña rusa de emociones adolescentes que hizo las delicias del público con canciones como «Wish You Were Dead», «You Noticed» —visiblemente emocionada con toda la colina ondeando flashes y bombillas— «Conceited» y, por supuesto, una «Messy» que sirvió como cierre del concierto ante un mar de móviles que se elevaban para inmortalizar el momento. No dudó en afirmar con total sinceridad que este había sido el mejor concierto de su vida, al igual que lo había hecho Zaho de Sagazan el día anterior, y es que eso también es el Paredes de Coura, momentos realmente inolvidables para asistentes y artistas.

En el escenario secundario, el punk continuó de la mano de Soft Play, anteriormente conocidos con el nombre de Slaves. El dúo británico sacó a relucir su crítica social y su buen humor con clásicos como «Sockets», «Beauty Quest» o «The Hunter», que finiquitó el concierto por todo lo alto. También hicieron lo propio con los temas del álbum que marcó su retorno el año pasado, «HEAVY JELLY» (BMG, 2024), como con unas destacadas «Isaac Is Typing…» y «Punk’s Dead». Así, el escenario BacanaPlay siguió desbordando más y más energía en esta tarde marcada por una actitud punk muy británica. No dudaron en hacer crowdsurfing ni en meterse entre el público para avivar aún más los pogos, así como tampoco se mordieron la lengua a la hora de hablar de Palestina: «Fuck Netanyahu, Free Palestine». Batería, guitarra y la voz de Isaac Holman fueron más que suficientes para un show brutal.

Otro de los grandes nombres del día era el de Portugal. The Man. La banda de Portland también tuvo su momento viralísimo en 2017 con «Feel It Still», pero en este caso el grupo ya contaba con muchos fans y una extensa discografía. John Gourley, que lucía una camiseta retro del FC Porto, se mostró muy agradecido al público y al festival, donde ya habían actuado en otras dos ocasiones, en 2009 y en 2016. La actuación, aunque no terminó de cuajar del todo, la salvaron los temas más populares, como «Atomic Man» o «Modern Jesus». Por supuesto, «Feel It Still» cerró el concierto por todo lo alto.

La cancelación de última hora de Maruja trastocó un poco nuestros planes y, para ser sinceros, ya estábamos agotados, así que decidimos dar por finalizado el día después del concierto de Portugal. The Man.
Viernes, 14 de agosto
La tercera jornada del festival arrancó para nosotros a las seis de la tarde con el concierto de Cassandra Jenkins. La cantautora de Nueva York compartió sus poéticas letras con el público más madrugador, que poco a poco iba llenando el BacanaPlay. Su guitarra acústica y su cautivadora voz se unieron al sonido de la banda para ofrecernos una muy agradable actuación de folk-pop. Un inicio inmejorable para un día en el que el sol nos daría una ligera tregua.

La siguiente actuación fue la de Geordie Greep en el escenario Vodafone. El líder de los extintos black midi se presentó en Paredes de Coura para ofrecernos el directo de su aclamadísimo álbum debut, «The New Sound» (Rough Trade, 2024). Una voz única y creatividad a raudales durante la hora que duró un concierto especialmente dramático, asistido por el sonido de un experimental rock progresivo y jazz. El londinense interpretó a esos caricaturescos personajes de sus canciones, transformando el anfiteatro de la playa fluvial de Taboão en una especie de intensa obra musical, pero siempre dejando hueco para momentos instrumentales sobrecogedores, como el ruidoso y fantástico final de «The Magician». Las primeras filas explotaron con «Holy, Holy», levantando una nube de polvo que añadió aún más epicidad al momento.

En el escenario secundario, «Mambo No. 5» recibía sobre el escenario a unos bar italia con muchas ganas de fiesta. Entre la cancelación del año pasado y la canción escogida como introducción, seguidores y curiosos se apelotonaron rápidamente en el BacanaPlay para recibir a los británicos. A partir de ahí la actuación fue rodada, y el indie post-punk de bar italia se abrió paso con temas como «glory hunter» o «Punkt», concluyendo un más que correcto paso por el festival.

El escenario principal seguía marcando el rumbo experimental del día, y ahora era el momento de Black Country, New Road. Tras la marcha de su vocalista principal, Isaac Wood, la banda británica decidió continuar su actividad con el juego de voces de Tyler Hyde, May Kershaw y Georgia Ellery. Un intenso viaje de poco más de una hora que fue alternando momentos de grandilocuente sensibilidad con otros más minimalistas, y que tuvo como único y gran protagonista del repertorio a su reciente álbum, «Forever Howlong» (Ninja Tune, 2025). Todo un soplo de aire fresco y una reinvención acertadísima, con la que demuestran que —por suerte— tenemos Black Country, New Road para rato.

De vuelta en el BacanaPlay, más punk británico con Lambrini Girls. Las de Brighton nos presentaron su reciente álbum debut, «Who Let The Dogs Out» (City Slang, 2025), en una actuación cargada de crítica social y buen humor, con un sonido sin complejos que juguetea por momentos con el pop. Arrancaron con «Big Dick Energy» y, enseguida, Phoebe Lunny se inmiscuyó entre el público para abrir los pogos y alimentar la locura del couraíso. Tras unos gritos de «Free Palestine» y reivindicar su carácter político, siguió el caos con temas como la explosiva «Bad Apple», en la que pusieron a todo el público a saltar y a corear ACAB. Un concierto muy intencional de punk, muy divertido, pero en el que nos faltó algo, quizás ir un poco más allá en sus proclamas políticas.

El ambiente experimental londinense que se había ido formando en la colina del Paredes de Coura culminó con la actuación de King Krule. Archy Marshall inundó el festival con su particular e intrigante sonido, un cóctel de punk, jazz y hip-hop con el que puso a saltar a todo el público. La ladera se tiñó de rojo para abrazar la densa atmósfera de sonido que trajeron Archy y su banda, así como las incansables narrativas que se iban sucediendo bajo su profunda voz. El momento más emotivo llegó con una «Tortoise of Independency» dedicada a Diogo Jota, con unos repetidos «so long» que nos pusieron la piel de gallina. Después de «Hamburgerphobia» tuvieron que parar el concierto unos minutos para atender a alguien entre el público, pero enseguida retomaron el ritmo con una brutal «Stoned Again». Una actuación potentísima que cerraron de forma impecable con la ristra «Easy Easy», «It’s All Soup Now» y «Out Getting Ribs».

Por si alguien se había perdido entre los sonidos experimentales del día, llegaron La Jungle al BacanaPlay para bajarnos a tierra y meternos en un trance de krautrock con una tensa persecución entre guitarra y batería. El dúo belga nos ofreció 45 trepidantes minutos en los que no hubo tiempo ni para respirar. Energía, ruido y una seguridad sobre el escenario que sirvieron para que el público se dejase llevar por los irresistibles y vertiginosos ritmos de los belgas. Pogos, crowdsurf infinito y muy buen rollo entre público y artista para firmar un concierto épico.

El encargado de cerrar el escenario principal fue Mk.gee. El artista de Estados Unidos nos presentó su álbum debut, «Two Star & The Dream Police» (R&R, 2024), con una actuación marcada por su desgarradora voz, por un ambiente oscuro y por unos ritmos muy ochenteros que por momentos recuerdan al «Notes On A Conditional Form» de The 1975. Un volumen atronador, toneladas de humo y la voz rasgada de Mk.gee sirvieron de nexo común en un concierto con emociones a flor de piel. El ambiente oscuro cesó al final del show con una luminosa interpretación de su mayor hit, «Alesis».

Una vez rematada la faena en el escenario Vodafone, el BacanaPlay se vistió de gala para recibir la pegajosa electrónica de Ela Minus. La colombiana puso a bailar a todos los presentes a base de unas irresistibles melodías techno-pop que fue construyendo poco a poco con sintetizadores y con la ayuda de su magnética voz, como un instrumento más que moldea a su gusto. Su reciente álbum, «DÍA» (Domino, 2025), estuvo muy presente y triunfó con temas como «BROKEN», «QQQQ», «UPWARDS» o esa liberadora y desafiante «COMBAT», que sirvió para despedirse con una hipnótica declaración de intenciones: «no parar hasta quemarlo todo».

Los siguientes en subirse al escenario fueron Jersey. Si Ela Minus ya nos había puesto en danza, ahora el dúo francés hacía lo propio llevándonos a los rincones en los que se encuentran ciertos matices del sonido de Fred Again.., del hyperpop glitch y de muchas cosas más. Una delicia de cacofonías electrónicas, entre las que pudimos escuchar unos remixes de «1901» (Phoenix) y «Where Is My Mind» (Pixies), y ritmos agresivos para no dejar de botar hasta las cuatro de la mañana. «The Word I’m Searching For» es todo un éxito.

Sábado, 15 de agosto
Abrimos el último día de la 32 edición del Vodafone Paredes de Coura con Cassete Pirata en el escenario secundario. Apenas eran las cuatro y media de la tarde, pero el público local cumplió y enseguida se llenó el BacanaPlay para corear las letras del quinteto portugués. Un ovacionado «STOP THE GENOCIDE» se proyectó en la pantalla de fondo del escenario durante toda la actuación, arrancando la jornada con ese compromiso que tanto ha caracterizado siempre a artistas y público en este festival. El indie rock en portugués se hizo eco con temas como «Portas do Céu» o «Promessas».

La encargada de abrir el escenario principal en esta jornada de clausura fue Ana Frango Elétrico a las cinco de la tarde. El experimental pop tropical de la multifacética artista brasileña puso a bailar a un multitudinario público que ya iba llenando la colina con ganas de aprovechar las últimas horas de música del festival. El gran despliegue instrumental se vio complementado por la inconfundible voz de Ana en canciones como «Boy Of Stranger Things» o una celebradísima «Electric Fish». Esta fantástica comunión Brasil-Portugal a través de la MPB nunca puede faltar en los festivales portugueses y siempre será un gran acierto.

Menos poder de convocatoria tuvieron unos muy correctos Chastity Belt en el secundario. En su primera vez en Portugal, la banda de Washington ofreció un show sin fisuras de indie rock que sirvió para amenizar la tarde y olvidarse por un rato de las elevadas temperaturas que nos volvían a acompañar en este último día de festival. Se ganaron al público a la primera de cambio con un sincero «what a beautiful place to play music» y el concierto fluyó con naturalidad.

El sold out del día ya se hacía evidente, y un simple pero efectivo «Ladies and gentlemen… DIIV» puso en pie a un emocionado público que se dejó llevar por la banda de Nueva York. Dream pop y shoegaze que puso a todos los presentes a flotar durante una hora de puro ensueño. Ya sabemos cómo es el público del Paredes de Coura, así que incluso hubo pogos durante una potente «Brown Paper Bag», provocando la risa de Andrew Bailey. Un exquisito recorrido por el repertorio de DIIV, ligado con pequeños vídeos publicitarios en la pantalla de fondo, con mensajes de crítica social y sobre salud mental, arrancando los aplausos del público.

El momento más divertido de la jornada llegó con el concierto de las Hinds. Tirando de «portuñol», Carlota Cossials y Ana Perrote compartieron su historia de amor con el festival: hace unos 10 años le estaban lanzando su primer EP a unos Black Lips que actuaban en el escenario principal, y ahora son ellas las que están sobre el escenario, tocando para un montón de gente. Actitud, fuerza y mucho carisma para ofrecernos un show redondo, desde un arranque con «Hi, How Are You» y «Boom Boom Back», hasta un cierre brutal con «En Forma», en la que ya lo dejaron todo con Carlota tocando la guitarra y cantando a hombros de Ana, que hacía lo propio en el teclado. También hubo tiempo para una maravillosa versión de «Girl, so confusing» (Charli XCX), con la que pusieron a bailar a todo el público y que poco a poco se fue envenenando. Una despedida muy divertida al ritmo de «Hello» de Martin Solveig sirvió para confirmar que, por suerte, y a pesar del cambio de formación, parece que tenemos Hinds para rato.

Y de las Hinds pasamos a otra mujer con una fuerza imparable, ya ubicada en el escenario principal con su banda: Sharon Van Etten & The Attachment Theory. Una hipnótica y expansiva «Live Forever» abrió el concierto, dejando claro desde el primer momento que iba a ser algo memorable. En su primer show de un pequeño tour de apenas dos semanas, Sharon fue turnando algunos de los temas clásicos de su repertorio con temas de su reciente álbum, el que ya firma junto a su banda, «Sharon Van Etten & The Attachment Theory» (Jagjaguwar, 2025). «Afterlife» fue otro de los momentos destacados del reciente LP, pero los más vibrantes llegaron de la mano de «Comeback Kid», «Hands», y un final para dejar la piel de gallina, encadenando «Every Time the Sun Comes Up» y una preciosa «Seventeen».

La sensación de agobio, por la cantidad de gente, provocó que nos saltásemos el concierto de Warmduscher en la pequeña zona del BacanaPlay para cenar y recuperar fuerzas.
Retomamos la música con el show de uno de los grandes cabezas de cartel de la edición: Air. Nicolas Godin y Jean-Benoît Dunckel nos regalaron una sobria actuación con la que encandilaron a todos los presentes. Sin necesidad de discursos ni de mucha conversación, se sirvieron de un trepidante ronroneo electrónico y de unos juegos de luces para llevarnos directos al espacio exterior, totalmente rendidos a ellos desde los primeros momentos, con una «Sexy Boy» que puso a vibrar a todos los presentes. Un maravilloso dream pop robótico que cerró por todo lo alto con una apoteósica «Don’t Be Light».

Nos dirigimos por última vez al BacanaPlay para recibir el show de Lander & Adriaan. El dúo belga se dispuso en unas altas plataformas sobre el escenario para abrirse paso por el Paredes de Coura. Una batería en primera línea de fuego nos puso a bailar al ritmo de su particular jazz electrónico, convirtiendo el escenario secundario en una pequeña rave.

Finalmente, turno del último cabeza de cartel del festival. El cierre del escenario principal corrió de la mano de Franz Ferdinand, el primer gran nombre anunciado para esta edición. Tras su último paso por el festival en 2014, una abarrotadísima ladera demostraba que había muchas ganas de volver a ver a la banda escocesa. Alex Kapranos y los suyos no se andaron con miramientos y nos regalaron un espectáculo plagado de hits, desde un inicio protagonizado por «The Dark of the Matinée», con el que pusieron en danza a todo el público, hasta un cierre brutal con «This Fire». Kapranos es todo un showman, capaz de manejarnos a su antojo, así como de encajar sin miedo los temas de su reciente álbum, «The Human Fear» (Domino, 2025), como una destacada «Night or Day» que sonó como si se tratara de uno de sus ya inmortalizados clásicos. No hubo ni un momento de descanso, con un constante mar de cuerpos surfeando la ladera y cayendo en brazos del personal de seguridad, y con una sucesión de hits como «No You Girls», «Do You Want To» o «Take Me Out». Un cierre de festival por todo lo alto con una banda que nunca falla.

Y hasta aquí nuestra peregrinación anual a Paredes de Coura, un festival que renueva cada año el amor por la música, tanto por parte de los artistas como parte del público, y en el que nos volveremos a ver el año que viene, los días 12, 13, 14 y 15 de agosto de 2026. ¡Hasta pronto!
