Entre los pasados días 8 y 14 de agosto tuvo lugar la vigésimo sexta edición del Sziget Festival. Aquí os contamos nuestra experiencia en la isla de la libertad.
Sziget 2018
Love Revolution. Green Planet. For Peace. Human Rights. Against Racism. La 26 edición del Sziget viene pisando fuerte tras estos lemas. Desde sus inicios el Sziget tuvo clara su misión diferenciadora con el resto de festivales de música y la campaña de “Love Revolution“ ya estaba presente. El concepto de Sziget como festival es mucho más que música, es la mezcla de culturas, la convivencia durante una semana de distintas personas de distintos países con un único objetivo: disfrutar de una de las mejores semanas del año.
Este año, además de los nuevos lemas, Sziget viene cargado de novedades. Para contribuir con un “Green Planet”, se han implantado los vasos reutilizables a un precio de 450 HUF (aprox. 1,5 €). También, con el mismo objetivo de minimizar el gasto de plástico y bajo el nombre “Don’t Suck”, sólo recibirás una pajita con tu bebida si la pides expresamente. Estas medidas contribuyen enormemente a la limpieza del festival y a no malgastar tanto plástico, aunque siguen quedando latas y botellas vacías por los suelos tras los conciertos.
Muchos escenarios con estilos musicales muy distintos contribuyen a darle al Sziget ese toque tan especial y esa variedad que posee. Para comprender el concepto completo de Sziget lo primero que tienes que tener claro es que los headliners no son el foco principal del festival. Como dijo Tamás Kádár en rueda de prensa, «Sziget es mucho más que ir a un concierto, beber una cerveza, ir a un segundo concierto, beber otra cerveza, ir al tercer concierto y estar borracho después. Es una experiencia completamente distinta. Circo, teatro, pasacalles, diversidad… todo eso hace una mezcla única que convierte a Sziget en un festival referente a nivel europeo.»
Miércoles, 8 de agosto
El conocido como día -1 del Sziget reunió en el Main Stage cuatro grandes actuaciones. Este primer día mantiene la tradición de no abrir el segundo escenario grande de la isla, el A38, así que tuvimos claro los conciertos de los que íbamos a disfrutar.
Clean Bandit tuvo la labor de inaugurar el escenario principal de uno de los festivales con más renombre de Europa. Su misión era calentar el ambiente de cara al resto del día y conseguir que todos los sziudadanos allí presentes disfrutaran de un buen rato de esa mezcla tan particular de música clásica y electrónica. Animando al público con cada canción, pudimos disfrutar de grandes hits del momento como “Symphony“, “Solo“ o “Rockaby“, pero también de temas más antiguos como “Stronger”, “Come Over” o el clásico “Rather Be“, con el que pusieron punto y final a una actuación plagada de bailes en la que brillaron las voces, el violín y el violonchelo. Es evidente que el cambio de formación no ha perjudicado en absoluto al directo de la banda.
Después llegó el turno de Stormzy. El rapero británico hizo temblar toda la isla al compás de su grime. Pudimos disfrutar de muchos temas de su álbum debut, “Gang Signs & Prayer“, como “First Things First“, canción con la que inició su set, “Big For Your Boots“ o “Cigarettes & Cush“. Con este último tema pudimos descansar un poco de los pogos que se sucedían sin parar. Sin duda alguna, toda la isla disfrutó de la marcha que trajo Stormzy y se enamoró de él (tal y como lo demuestra la imagen).
Como es tradición, tocaba la primera de las fiestas diarias del Sziget en el Main Stage. En esta ocasión fue la de balones de playa: 15.000 pelotas hinchables de plástico moviéndose de un lado a otro entre los miles de sziudadanos allí presentes. La verdad es que esta fiesta no contribuye mucho con la campaña “Green Planet”, tal vez deberían plantearse alternativas para no desperdiciar tanto plástico.
Antes de dar paso al cabeza de la jornada, Lykke Li fue la encargada de relajar un poco el ambiente, pero sin que por ello cesaran los hits. Presentando su reciente álbum, “so sad so sexy“, la cantautora sueca llenó su set de ritmos influenciados por el trap con canciones como el single “deep end“, “so sad so sexy“ o “sex money feelings die“, aunque también pudimos disfrutar de algunos de sus anteriores y más personales temas indie-pop como “No Rest For The Wicked“ o “Just Like a Dream“. Lykke Li nos regaló una actuación única y muy potente, aunque echamos en falta «Jerome» y el público no se entregó a su máximo, que parecía que estaba allí esperando la aparición del rapero americano.
Con un retraso de 40 minutos (DAMN.) y ya entre abucheos, Kendrick Lamar saltó sobre el escenario. La tardía aparición la produjo un problema técnico por parte de su producción, pero Kendrick no podía esperar más y, aunque su equipo le dijera que no podía salir, él apareció velozmente sobre el escenario y contentó a los miles de sziudadanos allí presentes. Un sin parar de “temazos“, sin apenas pausas entre hit y hit, fue la mezcla perfecta para conseguir un set al completo, a pesar del poco tiempo que le quedaba. Temas más recientes como “DNA.“, “ELEMENT.“ o “HUMBLE.“ de su exitoso álbum “DAMN.“, junto a hits más antiguos como “Swimming Pools“, “Backseat Freestyle“ o “m.A.A.d city“ y un final a ritmo de “All the Stars“ hicieron las delicias del público. A pesar de que no puede sonar música en el Main Stage a partir de las once de la noche, con Kendrick Lamar hicieron la excepción, y dejaron que estuviera en el escenario diez minutos más para no defraudar a ningún fan. No hubo interludes ni pausas, pero Kung Fu Kenny se fue por la puerta grande y con una importante promesa: «I will be back».
Tras la actuación de la estrella de la noche, recibimos la noticia de la cancelación de The Martinez Brothers en el Colosseum y pusimos fin a una exitosa primera jornada.
Jueves, 9 de agosto
El segundo día del Sziget lo iniciamos de la mano de Oscar & The Wolf. El Main Stage se tiñó de banderas belgas y ritmos de ese tan carismático electropop oscuro. Pudimos disfrutar de sus conocidos temas “The Game”, “So Real” o “Fever”, canción con la que culminó su brillante actuación y puesta en escena, donde su dulce voz y bailes fueron los protagonistas.
Llegaba el turno de Sexy Zebras, así que nos dirigimos al Europe Stage, un escenario dedicado a jóvenes promesas de todos los países de Europa, y alguno también de fuera de Europa. Sexy Zebras fueron la apuesta estatal y no defraudaron. Los madrileños estuvieron a la altura del Sziget y animaron desde un primer momento a los sziudadanos allí presentes y, poco a poco, más gente se fue acercando para disfrutar de un buen rock ‘n’ roll y de pequeños pogos. Diversión, fiesta, unas clases de inglés y mucha energía fue la combinación perfecta para que, entre temas como “Quiero Follar Contigo”, “Machote”, “Sexo y Marihuana”, “La Polla” (en palabras de José Luna: “not the chicken, the dick, la polla”) o la muy solicitada «Hijo de puta», todo el público pasara un buen rato.
En el Main Stage tocaba un poco de relax de la mano de la electrónica suave de Bonobo. Simon Green, acompañado de su banda y de la cantante Szjerdene, nos deleitó con un show dulce y tranquilo. Temas como “Migration”, “We Could Forever” o “No Reason” colaboraron para que esta preciosa actuación llegara a todo el público allí presente. Un concierto de 10, aunque el ambiente del A38 en un slot nocturno seguramente habría favorecido a los impresionantes visuales.
El cabeza de la segunda jornada era la banda virtual liderada por Damon Albarn: Gorillaz. Los británicos presentaban sus dos nuevos trabajos, “Humanz” y “The Now Now”, aunque su set no se centró mucho en éstos. La intro la formaron “M1 A1”, de su primer trabajo, para animar al público, y temas como “Last Living Souls”, de su segundo álbum, o “Rhinestone Eyes”, del tercero, que aprovechó Damon Albarn para abalanzarse al público. Seguidamente escuchamos “Tomorrow Comes Today” y, más adelante, ya pudimos disfrutar del single “Humility” con su vídeo de fondo en las pantallas. “Superfast Jellyfish” con De La Soul interpretándola, “On Melancholy Hill” coreada por todo el público y “El Mañana” fueron los temas que sonaron a mitad de actuación de la banda británica. “Strobelite” de la mano de Peven Everett y “Andromeda” fueron los puntos fuertes de «Humanz». Más adelante, volvió a aparecer en escena De La Soul para “Feel Good Inc.” y todo el público enloqueció y entre saltos y más saltos cantó a viva voz el famoso hit de Gorillaz. Para poner fin, “Kids With Guns” y “Clint Eastwood” despidieron una enérgica actuación y llena de colaboraciones con unos brillantes visuales y animaciones, logrados por Jamie Hewlett. Cabe resaltar que Damon Albarn no sabía en qué idioma dirigirse al público y, encantado por la variedad cultural del Sziget, comentó que el festival de Obuda es un claro ejemplo de cómo deberían ser todos los festivales europeos. Esperamos verlo pronto por la isla, ya sea en solitario o bajo el nombre de Gorillaz o de Blur.
Viernes,10 de agosto
El viernes comenzó de una forma muy potente: Shame en el A38. Para aquellos que todavía no los conozcan, Shame es una banda “old school” de post-punk del Reino Unido. Su álbum debut se estrenó en enero de 2018 y fue todo un éxito y aclamado por la crítica. Su set, repleto de fuerza, energía y muy buen rollo, combinado con la juventud y los valores de estos chicos, fueron la clave para una actuación de diez. Temas del álbum debut como “The Lick”, “Tasteless” y “Lampoon” abrieron el camino a lo que se preveía un gran concierto. Un par de canciones nuevas y un final apoteósico, a ritmo de “Gold Hole”, con Charlie Steen haciendo crowdsurfing, confirmaron el acierto del festival.
Sin movernos de la carpa, cambiamos el estilo musical radicalmente para adentrarnos en el sucio trap-rap de Scarlxrd. A pesar del DJ animando el ambiente, la espera hasta que Marius Listhrop saltó al escenario se hizo eterna. La vitalidad y la energía de ambos fue lo más destacable de una actuación cuya principal diversión fue hacer el pogo más y más grande, dejando de lado la parte musical. El final con el conocido hit “HEART ATTACK” y más pogos no fueron suficiente para contentar a aquellos que teníamos ciertas expectativas vertidas en este joven rapero, quizás una mayor producción ayude a mejorar su show.
Y llegó el turno de Parov Stelar y su buen rollo en el Main Stage. Muy queridos por todos los sziudadanos y llenando el escenario con su carisma y energía, fueron un acierto total para unos buenos bailes antes del plato fuerte de la jornada. Clásicos como “All Nigth”, “Josephine” o “Granpa’s Groove” no fallaron entre un público que nunca se cansa de disfrutar de su dinámico directo. Un grupo que cada poco pisa la isla y que siempre nos hace disfrutar de una gran actuación.
Tras muchos años intentando el regreso de Lana Del Rey a la isla de la libertad, por fin se hizo realidad en uno de los mejores carteles de todas sus ediciones. Elizabeth Woolridge Grant llevó consigo la dulzura de su indie pop, y los mayores fans abarrotaron las primeras filas ataviados de flores, cartas, dibujos, vinilos, etc. Y es que esta era una de las pocas actuaciones en festivales que ofrecía este año.
La neoyorquina comenzó muy puntual con “13 Beaches” y “Cherry”, de su reciente “Lust for Life”, continuando con la única que ofrecería completa del “Ultraviolence”, “Pretty When You Cry”. Poco a poco, con su particular elegancia, fue desgranando “Born to Die” y “Lust for Life”, hasta llegar a un final en el que, intercalando peticiones del público a capella, encadenó las populares “Video Games”, “Summertime Sadness”, “National Anthem” y “Off to the Races”. Una gran puesta en escena y un gran concierto, a pesar de ciertos momentos de playback.
Ya adentrada la noche, y tras enterarnos de la cancelación de Joe Goddard, decidimos ir a descubrir el Magic Mirror y disfrutar de la fiesta de Tanga. En el escenario LGBT+ no cesaron los bailes y pudimos disfrutar de numerosos hits de artistas de la talla de Beyoncé o Lady Gaga.
Para finalizar la fiesta, decidimos acercarnos al Bacardí Arena y ver cómo se daba la actuación de Blasterjaxx. Parecía que regresábamos a 2015, salvo por un par de temas más actuales como “Starboy” de The Weeknd. Tal vez los DJs de EDM deberían cambiar un poco sus sets e innovar.
Aquí ponemos fin a la primera parte de nuestra experiencia en la Isla de la Libertad, ¡pronto más!