Los pasados días 19, 20, 21 y 22 de julio tuvo lugar el FIB 2018. Aquí te contamos cómo vivimos esta vigésimo cuarta edición del prestigioso festival de Benicàssim.
FIB 2018
Jueves, 19 de julio
Nuestro primer concierto en este FIB 2018 fue el de Caroline Rose. La cantante y multiinstrumentista americana, acompañada de su banda, nos ofreció una actuación de rock y pop que cumplió con creces la tarea de abrir el escenario principal. Desde un primer momento se hicieron notar las sarcásticas e irónicas letras de su reciente y aclamado disco «Loner» (New West Records, 2018), del que pudimos escuchar temas como «Money», «Bikini» o «Cry». También fue notable la complicidad con el público más madrugador del festival, con el que no dejó de interactuar y bromear. El gran concierto de la neoyorquina finalizó con su canción favorita, «Toxic» (Britney Spears), seguida por una potente «Animal».
El fenómeno fan llegó a Benicàssim de la mano de The Magic Gang. El cuarteto de Brighton demostró que aún se puede hacer indie rock popero sin caer en la imitación ni en la repetición. Canciones como «Caroline», «How Can I Compete», «All That I Want Is You» y, sobretodo, «Getting Along», fueron coreadas por un público que vibró en las primeras filas como si no hiciese un calor infernal.
Mientras la masa se dirigía al escenario principal para disfrutar del concierto de Nothing But Thieves, nosotros optamos por las actuaciones de Her’s y Tune-Yards.
Con Her’s estrenamos el South Beach, la zona más enfocada al baile y la música urbana. En esta ocasión, se hizo con el escenario el dream pop y la psicodelia bailable de este dúo de Liverpool, que nos deleitó durante media hora con su guitarra, bajo y caja de ritmos. Abrieron con «Marcel» y aprovecharon su tiempo al máximo, recordando por momentos al característico sonido de Mac DeMarco, hasta finalizar con los hits «What Once Was», «Harvey» y «I’ll Try».
Por otra parte, Tune-Yards, ya en el escenario Visa, nos envolvieron con su art pop e indietrónica utilizando una gran variedad de instrumentos. El reciente y aclamado álbum «I Can Feel You Creep Into My Private Life» (4AD, 2018) fue protagonista en el setlist de la estadounidense, del que pudimos escuchar temas como “ABC 123″, “Heart Attack” o «Coast to Coast». Además, regaló «Gangsta» y «Water Fountain» a los más nostálgicos.
Nos adentramos en el escenario principal para ver a J Hus. El rapero británico introdujo su particular dosis de grime en Benicàssim a ritmo de «Common Sense», «Shutdown», «Friendly» o «Bouff Daddy». Muy animado y activo, J Hus inició una fiesta en el escenario Las Palmas que servía de preámbulo para las actuaciones de Two Door Cinema Club y, especialmente, Travis Scott. Salvando las distancias, el FIB no falló en su apuesta por el grime para la noche del jueves, al igual que en años anteriores con Skepta y Stormzy.
Volvimos al South Beach para el concierto de Princess Nokia. La artista americana ofreció la actuación más íntima de la jornada ante un público muy entregado. Optó primero por el rap de su disco «1992» (Rough Trade Records, 2017), con temas como «Kitana», «Brujas», «Mine» o la popular «Tomboy», para así dedicar la segunda mitad del show, en su mayor parte, a su reciente mixtape «A Girl Cried Red» (Rough Trade Records, 2018), en el que se deja llevar por influencias emo como la de una de sus bandas predilectas, Blink-182, de la que nos ofreció una muy sentida versión de «I Miss You». Pudimos escuchar «Morphine», «Flowers and Rope» o «For the Night», pero sí que echamos en falta «Look Up Kid» y «Little Angel». Aprovechó varios momentos para bajar a cantar e interactuar con el público, destacando una preciosa «Apple Pie» a capella. Sin duda, uno de los conciertos de la jornada.
Justamente después dio comienzo Jessie Ware en el escenario Visa. La americana, ante un público tranquilo y no muy concurrido, nos regaló una preciosa actuación protagonizada por su grande y potente voz. «Running», «Champagne Kisses», «Thinking About You» o «Midnight» fueron algunos de los temas que nos enamoraron, aunque creemos que un slot más tempranero (o, al menos, no entre J Hus y Travis Scott) habría lucido más. Finalizó el concierto con sus populares «Say You Love Me» y «Wildest Moments», mostrándose muy agradecida con el público y con su banda.
Y llegaba el turno del cabeza de cartel del jueves: Travis Scott. A través de las pantallas del escenario Las Palmas se comunicó un retraso que sufriría su actuación, empezando finalmente 40 minutos más tarde de la hora establecida por motivos logísticos con su jet privado. Aunque muy corto (unos 45 minutos), su concierto estuvo lleno de energía con temas como «Stargazing», «through the late night», «Butterfly Effect» o «Antidote», casi todos adornados con juegos de pirotecnia o confeti. Un cabeza de cartel ciertamente controvertido, que con su corta duración sembró la duda también entre sus defensores, pero que tiene en su haber una de las canciones más entonadas por los fibers durante toda la semana, «goosebumps», con la que enloqueció el notablemente escaso público de esta primera jornada.
Pusimos fin a la noche del jueves de la mano de la sesión de Cashmere Cat en el escenario Visa. El DJ noruego hizo bailar y saltar a todos los asistentes con canciones como «Mirror Maru», «Trust Nobody» o «Rice Rain». Un cierre por todo lo alto que nos preparaba para el fin de semana.
Viernes, 20 de julio
Estrenamos la jornada del viernes a ritmo de Anna Calvi en el escenario principal. La cantante y guitarrista británica está a punto de lanzar el que será su esperadísimo tercer álbum, «Hunter» (Domino, 2018), que ocupó la mitad de su set con cuatro temas muy prometedores: «Indies Or Paradise», «Don’t Beat The Girl Out Of My Boy», «Hunter» y «As A Man». En su brutal actuación también nos deleitó con «I’ll Be Your Man», «Suzanne & I», «Desire» y una gran versión de «Ghost Rider» (Suicide), tan rockera como siempre.
Mientras el escenario principal se llenaba de cocodrilos para acoger a Catfish & The Bottlemen y sonaban los primeros acordes de «Homesick», nosotros optamos por explorar el resto del recinto y «descansar» en la zona South Beach Pool Party.
Volvimos al verde para ver a The Vaccines. Justin Young no se cortó a la hora de elogiar al festival que tan a menudo cuenta con ellos, llegando a considerarlo uno de los mejores del mundo. Estas palabras de Justin y los suyos no se quedaron en eso, sino que se demostraron consecuentes ofreciendo una actuación en la que lo dieron todo, manteniendo un ritmo implacable. «Nightclub», «Wreckin’ Bar (Ra Ra Ra)» y «Teenage Icon» abrieron el concierto con gran fuerza, para continuar con «20/20», «Wetsuit» y «Bad Mood». Además del primer tema, tan solo pudimos escuchar «Out on the Street», «Your Love Is My Favourite Band» y «I Can’t Quit» del nuevo álbum de los ingleses, «Combat Sports» (Columbia, 2018), dejando así más tiempo a clásicos como unos coreadísimos «Post Break-Up Sex» o «Nørgaard». Para finalizar, «I Always Knew», «If You Wanna» y la reciente «I Can’t Quit» confirmaron lo que la mayoría de los fibers piensan: The Vaccines nunca fallan.
Tres cuartos de hora más tarde, en el mismo escenario Las Palmas, llegaba el turno de los cabezas de cartel de la jornada: The Killers. Una lluvia de confeti y «The Man» dieron comienzo a un magnífico concierto en el que no faltaron hits: «Somebody Told Me», «Spaceman» y «The Way It Was» fueron solo el principio. Las dotes de showman de Brandon Flowers, siempre risueño, y la gran puesta en escena nos transportaron a la tierra natal de la banda, Las Vegas, durante las casi dos horas que duró la actuación. Elogiando a este como a uno de los mejores públicos del mundo, se abrieron paso los más consagrados singles del grupo junto a algunas de las nuevas canciones, como «Run For Cover» o «Tyson vs. Douglas». Gonzalo, un fan que se encontraba entre el público, tuvo sus cinco minutos de gloria en «For Reasons Unknown», cuando subió a tocar la batería de manera impecable y terminó ovacionado. Más tarde, en «Read My Mind», apareció otro invitado muy especial: Van McCann. El cantante de Catfish & The Bottlemen, aparentemente ebrio, cantó junto a Brandon Flowers el mítico tema del «Sam’s Town» y declaró su gran amor por la banda de Las Vegas. «All These Things That I’ve Done» y «When You Were Young» dieron paso al encore, en el que disfrutamos de la reciente «The Calling» y del broche de oro: «Human» y una extendida «Mr. Brightside». Un show realmente bueno y entretenido.
Para cerrar el día, nos dirigimos a un abarrotado escenario Visa para ver a C. Tangana. Si el de The Killers había sido un gran show, el del madrileño —salvando las distancias— fue puro espectáculo sin tapujos. La parte musical no le preocupó mucho, pero C. Tangana ofreció un «concierto» de lo más entretenido: motos de cross, confeti, pirotecnia, avida dollars por los aires, pole dancers, etc. Pudimos escuchar temas como «Caballo ganador», «Inditex» o «Pa que brille» del álbum «Ídolo» (Sony, 2018), que decoraba el fondo del escenario y dejaba claro que, pese a quien le pese, el ego de este chico no tiene límites.
«La diferencia entre Valtonyc y yo es la diferencia entre que te maneje el poder y manejar al poder», ésta fue una de las muchas perlas de un «Pucho» que se cree antisistema desde la entrevista en el Primavera Sound y que, probablemente, debería aprender mucho del rapero mallorquín. «Mala Mujer», «Guerrera» o «Still Rapping» fueron de las canciones más coreadas por un público que no dejó de bailar hasta el final de «Llorando en la Limo», tema con el que terminó uno de los conciertos más ambiciosos de este FIB 2018. A pesar del dominante playback, la fiesta estuvo servida.
Sábado, 21 de julio
Nuestro primer concierto del sábado fue el de Holy Bouncer. Abriendo el escenario Las Palmas, este grupo catalán hizo las delicias de los fans de la psicodelia con temas como «Wrong Raw Tongue», «Sunrise» o «Coyote». Entre canción y canción, muy agradecidos, repartieron vinilos y camisetas entre el escaso público que bailaba en las primeras filas. El prometedor quinteto de Barcelona completó su set con «Mightly Mad», «9th Gate», «Anticipation» y «Hippie Girl Lover».
A continuación nos dirigimos al escenario Visa para ver a Oscar & The Wolf. Éste fue el punto de encuentro de los fibers belgas, que no se quisieron perder a los suyos y los arroparon con los colores del país. Max Colombie, muy animado y sin dejar de bailar, presentaba su último álbum «Infinity» (Play It Again Sam, 2017), del que pudimos escuchar temas como «So Real», «Fever» o «Breathing». Además, también disfrutamos de las populares «You’re Mine» y «The Game», así como de algunas canciones más antiguas, entre las que destacó una potente «Strange Entity». Un concierto bailable muy bueno que, probablemente, se habría disfrutado más en un slot nocturno.
Tras un viernes en el que no vivimos ningún concierto en el South Beach, tocó volver a la tierra prometida para la actuación de Zazo & Gxurmet. Zazo, Carlito Gxurmet y Vega Almohalla trajeron a Benicàssim lo que definen como «pop urbano», con elementos de géneros tan variados como el rap, el pop, el reggaeton y el flamenco. Pudimos escuchar al completo su disco debut, «Amor» (Mushroom Pillow, 2018), plagado de hits como «Digamos Que», «Te Miro» o «París». En esta última mandaron un recadito a C. Tangana, cambiando la letra que originalmente decía «escucha al Tangana» por «me cago en Tangana». Entre risas y de muy buen rollo, animaron a la gente a que se acercase y —obligados por problemas técnicos— se atrevieron con un freestyle sobre el FIB. Le auguramos un gran futuro a estos chicos.
Y volvimos al escenario Visa, donde Toundra estaba ofreciendo una clase magistral de post-rock. «Cobra», «Tuareg», «Cartavio» y «Mojave», del nuevo álbum «Vortex» (Inside Out Music, 2018), fueron claras muestras de que la banda sigue tan en forma como la última vez que los vimos aquí, en 2013. El grupo madrileño también regaló una maravillosa «Kitsune» y una muy potente «Oro Viejo», ambas de su anterior disco «IV».
Nos abrimos paso en el escenario principal para ver a The Kooks. Los chicos de Brighton mostraron un increíble poder de convocatoria, logrando uno de los conciertos con mayor asistencia del día. «Ohh La», «She Moves in Her Own Way» y «Westside» pusieron a bailar y cantar a todo el público, que estuvo entregadísimo de principio a fin. Además de clásicos como esos, «Sway», «You Don’t Love Me», y unas muy coreadas «Seaside», «Junk of the Heart (Happy)» y «Naïve», Luke Pritchard y los suyos nos presentaron algunos temas de su próximo álbum, «Let’s Go Sunshine» (Lonely Cat, 2018), que no sonaron nada mal.
Turno del cabeza de cartel de la noche: Pet Shop Boys. El mítico dúo de electrónica pop, apoyado por algunos músicos más, repasó sus ya 37 años en activo y su último álbum, «Super» (x2, 2016). De éste, nos ofrecieron «Inner Sactum», «Burn», «The Dictator Decides» y una muy bailada «The Pop Kids». Por otro lado, intercalaron grandes e históricas canciones como «New York City Boy», «Se A Vida E», «Love etc.» o «West End Girls», tarareadísimas por los fibers más veteranos. La euforia colectiva vino en la recta final, con las irresistibles «It’s a Sin», «Left To My Own Devices», «Go West», «Domino Dancing» y «Always On My Mind». Un concierto y una puesta en escena impecables por parte de uno de los nombres más icónicos del pop británico.
Nos echamos una carrera a la tierra prometida, donde se suponía que ya había empezado el concierto de Monarchy. Sin embargo, el synth pop de los ingleses no hizo gala de presencia hasta que llegó un poco más de gente al South Beach. Abrieron con «Hula Hoop 8000» y desde ese momento fue un no parar. El dúo, muy activo durante toda la actuación, descargó toda su energía con hits como «Disintegration», «Dance Like Hell» o «You Don’t Want to Dance with Me». El DJ y productor Andrew Armstrong, armado de su teclado y muy victorioso, se dio un baño de masas entre el público mientras sonaban sus temas más populares. Además, pudimos disfrutar de sus ya clásicas covers, como la de «Video Games» o la de «Lithium», y de otra de sus nuevas canciones, «Midnight».
Duro el solape de éstos con Belle & Sebastian, que tienen una relación realmente bonita con el festival de Benicàssim, donde Stuart Murdoch, vocalista de la banda, conoció a su esposa en 2004, después de prestarle ayuda en los karts.
Para rematar el día por todo lo alto, nos atrevimos con el live de Chase & Status en el escenario Las Palmas. El potente drum’n’bass del dúo londinense, que estuvo acompañado por varios artistas más, terminó por agotarnos la energía y nos mandó directos de vuelta al camping.
Domingo, 22 de julio
La última jornada del festival la inauguramos con North State en el South Beach. Este dúo catalán, formado por Laia Vehí y su hermano Pau, nos trajo una suave y elegante electrónica R&B de lo más disfrutable. «I Know You», «Late Night Calls» y «Can’t Forget You» fueron claras muestras de su gran potencial y de lo bien que congenian sobre el escenario. También interpretaron una sentida y muy lograda cover de «FML», de Kanye West y The Weeknd.
Madness, otra de las viejas glorias de este FIB 2018, ya en el escenario principal, reunieron a varias generaciones de fibers para grandes hits como «One Step Beyond», tema con el que dio comienzo su frenético show. La fiesta del ska estuvo servida con «My Girl», «Mr. Apples», «House of Fun» o «Our House», con la que llegó la locura masiva. Finalmente, «It Must Be Love», «Madness» y «Night Boat to Cairo» confirmaron el gran acierto del festival de Benicàssim.
Al finalizar Madness, en el Visa ya había dado comienzo la actuación de Wolf Alice. Con mucha fuerza, Ellie Rosswell y los suyos volvieron al mismo escenario en el que en 2014 presentaron sus dos primeros EPs, pero ahora ya con dos LPs bajo el brazo. Su reciente y aclamado «Visions of a Life» (Dirty Hit, 2017) ocupó gran parte del setlist, con temas como «Yuk Foo», «Don’t Delete The Kisses», «Beautifully Unconventional» o «Sadboy», pero también pudimos disfrutar de canciones más antiguas, destacando unas potentes «Lisbon», «Moaning Lisa Smile» y «Giant Peach».
Sin tiempo para respirar, pusimos pie en el South Beach para ver a Alma. La carismática cantante finlandesa montó una de las mayores fiestas de pop bailable y electrónica de la edición, y es que hits tiene de sobra. «Karma», «Dance For Me», «Bonfire» o «Chit Chat» solo fueron algunas muestras de esto, dejando para el final sus populares «Dye My Hair» y «Chasing Highs».
Volvimos al escenario principal para presenciar el concierto del último cabeza de cartel, Liam Gallagher. El pequeño de los hermanos Gallagher, siempre muy mimados por el festival de Benicàssim, repetía por segundo año consecutivo en el grande, y esta vez lo hacía como la estrella de la noche. Curiosamente, su álbum en solitario, «As You Were» (Warner Bros, 2017), tuvo menos presencia que el año pasado, cuando aún no había sido lanzado. Así, además de «Greedy Soul», «Wall of Glass», «Bold», «For What It’s Worth» y una «I’ve All I Need» recibida como si se tratase ya de un gran clásico, tuvimos una buena dosis de la gran O. El público, notablemente británico, se entregó totalmente a Liam y cantó a viva voz los himnos de Oasis: «Rock’n’Roll Star» y «Morning Glory» dieron el pistoletazo de salida; «Some Might Say», «Slide Away», «Whatever», «Supersonic» y «Cigarettes & Alcohol» enamoraron como nunca; y, finalmente, «Wonderwall» y «Live Forever» pusieron el broche de oro a una de las actuaciones más vibrantes de la edición.
Pusimos rumbo al South Beach para la segunda mitad de Anna of the North. Acompañada por un batería y un bajista/teclista, la artista noruega nos atrapó en su synthpop en cuanto llegamos con hits como «Someone», «Sway», «The Dreamer» o «Fire».
Aún no habíamos pisado el FIB Club en todo el festival y el momento llegó con The Parrots. Cuando nos adentramos no quedaba mucho tiempo de actuación, pero sí el suficiente para ser testigos de la pedazo de fiesta que tenían montada en la carpa. Claras muestras de esto fueron la tremenda cover de «Soy Peor», de Bad Bunny, y una «No me gustas, te quiero» en la que los Javis saltaron al escenario y se animaron a cantar con la banda madrileña.
Nuestro paso por este FIB 2018 terminó de la mano de Justice en el escenario Las Palmas. La electrónica del dúo francés se abrió paso en el verde con «Safe And Sound» y, desde ese momento, ya fue todo rodado. Grandes visuales y éxitos como «Canon», «Love S.O.S.», «D.A.N.C.E.», «Genesis» o «Civilization» pusieron patas arriba a todo el público durante la hora y cuarto que duró su actuación. Una vez finalizado el show, el tradicional vals de despedida, foto grupal y adiós a la que fue nuestra casa durante toda la semana.
Esto es FIB. Allí nos veremos en menos de un año, los días 18, 19, 20 y 21 de julio, celebrando el 25 aniversario del festival.