Durante los días 19 y 20 de agosto tuvo lugar la tercera edición del Osa do Mar, organizado por la asociación Fanto Fantini, celebrado en el concello de Burela. Aquí os dejamos nuestras impresiones de un festival que es ejemplo de como unir diversas corrientes culturales con éxito.
Osa do Mar 2016
Viernes
Después de dejar bien asentada nuestra tienda en la zona de camping, justo al lado del recinto del festival, nos preparamos para escuchar los primeros acordes del festival en el escenario principal, pues la noche anterior la música ya había hecho acto de presencia con una fiesta en la terraza del hotel Nordés con las actuaciones de Oh Ayatollah, Terror Erótico Adolescente y ONNLBN.
Agoraphobia, como ya habíamos visto en el FIV de Vilalba, tuvo la tarea de abrir el escenario principal y conseguir los primeros bailes de la noche por parte del público, tarea que no les supuso mucho esfuerzo pues con su sonido “garage” y sus pegadizas melodías lo difícil sería quedarse quieto. Una actuación redonda en la que no dejaron de incluir alguna de las canciones de su último EP, «Ready to Play», como «Melvin (The Toxic Avenger)».
Las chicas de Bala serían las siguientes en aparecer por el escenario. Tienen uno de los directos más potentes que se pueden escuchar por Galicia, con una música muy metalera, y parece imposible que con solo dos integrantes se pueda conseguir un sonido tan completo.
Finalizada la actuación anterior, fueron Mujeres los encargados de ofrecer al público un estilo indie californiano; melodías y letras pegadizas, muchas voces a coro y, sobretodo, muy buen rollo el que pusieron sobre el escenario los barceloneses.
Los siguientes en salir a escena fueron los chicos de Cuello, con la peculiar voz de su cantante como signo diferenciador, ofrecieron la actuación mas alternativa de la noche. Con un sonido muy saturado y una batería muy potente, consiguieron hacer vibrar al público durante todo el tiempo en el que estuvieron sobre el escenario.
Bravo Fisher fue el siguiente en pasarse por el escenario. Con un estilo propio muy característico y con nuevas influencias más electrónicas con motivo de su nuevo disco, del que también aprovechó para mostrarnos algún tema, el cantante nos brindó la actuación más personal de la noche.
El encargado de poner fin al primer día de festival fue ONNLBN, que detrás de los platos produjo los sonidos más tecno de la noche.
Sábado
Al día siguiente la música no solo sonó durante la noche, sino que hubo conciertos por la mañana en tres escenarios distintos en pleno centro de Burela: Nave Nodriza, Fog Bound y White Bats se encargaron de amenizar dicha sesión vermú, mientras que por la tarde en el escenario Praia, Electric Feels y Pega Monstro estuvieron tocando mientras el público contemplaba al mismo tiempo los trucos en la zona de BMX.
El último día de concierto en el recinto fue abierto por Malandrómeda, que con su rap en gallego y sus bases de ritmos populares, ofrecieron un espectáculo muy entregado, como cabría de esperar de uno de los grupos locales.
Los siguientes en pasar por el escenario serían Biznaga, que con un estilo de rock and roll clásico pero con letras en español fue el punto mas clásico de toda la noche.
Después de Biznaga, vendría Familia Caamagno, uniformados con su particular indumentaria como si fueran una antigua banda de fiestas de pueblo, desataron la locura sobre el escenario pidiendo continuamente la complicidad del público y haciéndolo partícipe en todo momento de la fiesta que estaba allí montada. Una actuación sensacional la verdad.
La noche continuo con Guerrera, el grupo de rock psicodélico, que presentaba alguno de sus temas de su último disco “Guerrera”. Ofreció un concierto espectacular, pues haciendo uso de los flangers y wah-wahs de sus guitarras crearon un ambiente mágico con unos sonidos que recordaban al Pink Floyd mas sinfónico.
El siguiente en subirse al escenario seria C. Tangana, el que se puede considerar el cabeza de cartel de la tercera edición del Osa do Mar. Se encontró a un publico entregado y Pucho supo corresponder con un repertorio que aunaba temas de su mixtape “10/15”, algunos de sus últimos singles como “100k pasos” o “Los Chikos de Madriz” y sus dos colaboraciones con Rosalía.
El encargado de poner las ultimas notas de música sobre el escenario fue Joe Crepúsculo, que con su tecno-pop monto una autentica fiesta de música, saltos y una sensación de buen rollo que solo Crepus puede transmitir, consiguiendo un cierre perfecto para esta edición.
Al día siguiente y con la cabeza mas despejada tocó hacer resumen de lo vivido durante ese par de días y conseguimos sacar dos conclusiones, la primera, que la línea que ha decidido tomar la organización apostando por una variedad de estilos tan grande funciona, pues es muy difícil escuchar sobre un mismo escenario, rap, tecno, pop y prácticamente todas las variaciones del rock posibles y salir de todas la actuaciones con la sensación de que has escuchado algo único, pero que al mismo tiempo forma parte de un todo, y ese es un hecho que hay que aplaudir a este festival. Y la segunda, que con una organización que no falló en ningún momento, la colaboración de un público que estuvo siempre entregado y unos artistas que en ningún momento pusieron el piloto automático, podemos estar seguros en decir que tenemos la suerte de que queda Osa para rato, larga vida al Osa do Mar.
Por Martín Febreiro para festis.es