Parte I – Parte II
Los pasados días 10 a 16 de agosto tuvo lugar el Sziget Festival 2022. Aquí te contamos cómo vivimos el retorno a la isla de la libertad tras dos años de parón.
Sziget Festival 2022
Sábado, 13 de agosto
Teníamos ganas de visitar el nuevo escenario de artistas emergentes de hip-hop, el dropYard, y qué mejor forma de hacerlo que con Yugen Blakrok. La artista sudafricana, que se dio a conocer en 2018 a través de una colaboración en el álbum de Kendrick Lamar para la película Black Panther, saltó al escenario lista para comérselo. Se solapaba un poco el sonido con el escenario principal, lo que utilió a su favor para animar al público haciendo referencia al «espíritu competitivo del hip-hop». Aunque no escuchamos «Oops», aquel tema de 2018 con Vince Staples, Yugen Blakrok nos regaló una buena colección de hits, empezando con «Medusa Complex», muy a cuento de su look. También nos otorgó el lujo de escuchar por primera vez «Pedestal» en directo, justo antes de finalizar con «Picture Box» y, ya fuera de su tiempo asignado, «Land of Gray». Y es que si por ella fuera habríamos estado allí 2 horas, por lo que el manager del escenario decidió ampliar unos minutos su actuación. Auguramos un gran futuro para Yugen Blakrok y sus conscientes y envenenadas letras, que merecen su sitio en el Main Stage.
Tras un pequeño descanso que aprovechamos para completar el pasaporte del festival, volvimos a la carga de la mano de Sevdaliza en el FreeDome. La artista iraní arrancó su concierto con temas como «Oh My God» o «Darkest Hour», muy bien acogidos por los sziudadanos allí presentes. A mitad de actuación, nos sorprendió sacando una mesa de DJ al centro del escenario y mezclando algunos temas míticos, como «L’amour Toujours», de Gigi D’Agostino, «Is It Cold In The Water?», de SOPHIE, o uno de los éxitos de The Prodigy, «Breathe», poniendo la carpa patas arriba. Después de esta auténtica fiesta inesperada, se abrió paso de nuevo su trip-hop con «Human», con la que puso fin a su show.
Nos dirigmos a la parte final del escenario principal para el cabeza de cartel del día: Calvin Harris. El artista de EDM, que ya conoce lo que es encabezar el Sziget, mantuvo la fiesta durante una hora y cuarto a base de grandes éxitos de ayer y de hoy. Además, acompañó su show de grandes juegos de luces y láseres que iluminaron toda la isla. Pudimos escuchar algunos de sus nuevos temas, así como canciones ya ancladas en la cultura pop del siglo XXI: «Blame», «We Found Love» y «I Need Your Love». Aunque echamos en falta los fuegos artificiales que suelen acompañar a este tipo de artistas, resultó un set realmente divertido.
Pero la fiesta no había hecho más que empezar, al menos para los sziudadanos españoles, y es que un poco más tarde llegaba el turno de Bad Gyal en el segundo escenario. La carpa acogió ese dancehall urbano de la artista catalana entre bailes y risas, con temas entonados al unísono como «Hookah», «Yo Sigo Iual» o «Fiebre». Acompañada de sus bailarines y sin dejar de moverse de un lado a otro, Bad Gyal cumplió con creces en su primera visita a Hungría.
Para finalizar el día, intentamos asomarnos un poco a Alan Walker en un Party Arena lleno hasta la bandera. Desde un lateral, pudimos disfrutar de su hit «Faded» antes de retirarnos al camping, donde escuchamos perfectamente el resto del set.
Domingo, 14 de agosto
Ya superado el ecuador del festival y con tan solo dos días por delante, este día lo pasamos casi entero en el Main Stage, donde el buen rollo fue el gran protagonista. Arrancamos con Sigrid, que llegó a la isla para presentar su reciente álbum «How to Let Go», del que pudimos escuchar temas como «It Gets Dark» o «Mirror». La noruega demostró que no hacen falta outfits estrafalarios para dar una gran actuación y, con su carisma y entrega desbordantes, enamoró a todos los presentes de principio a fin. Se animó a tocar al teclado una de las nuevas canciones, «Mistake Like You», y no faltaron bailes con temas antiguos como «Sucker Punch», «Plot Twist» o «Strangers».
Un rato para reponer fuerzas y vuelta al escenario principal, donde daba comienzo el concierto de Anne-Marie. La cantante británica dio continuidad al buen rollo y, entre hits como «Rockabye» o «FRIENDS», se dedicó a firmar autógrafos sobre objetos que lanzaban a la pasarela del escenario, incluso lanzaron un móvil con el que se grabó cantando antes de devolverlo al público. Además de colaboraciones como las mencionadas, también tuvo tiempo para algunos de sus temas en solitario, como una animada «Ciao Adios» que arrancó el concierto, «Alarm», e incluso alguna nueva canción, como «Psychopath», que tocaba por primera vez en directo.
Desde primera hora de la tarde pudimos ver una estructura de luces en forma de aro en la parte alta del escenario principal, y llegaba el momento de ponerla en marcha, llegaba el momento de Tame Impala, los cabezas de cartel del día. Tras un pequeño vídeo hipnótico de introducción en el que se acabó distorsionando el tiempo, Kevin Parker y los suyos entraron con fuerza con «One More Year», metiéndose al público en el bolsillo desde el primer momento. El resto del concierto ya fue rodado, con increíbles juegos de luces que acompañaron a sus temas más populares, como «Elephant», «Let It Happen» o «Feels Like We Only Go Backwards». Los australianos se despidieron entre confeti coronados como los reyes de la psicodelia en el festival y, a pesar de la hora y media de actuación, nos dejaron con ganas de mucho más. Un concierto de 10.
Pusimos fin a la penúltima jornada del festival con la actuación de Jon Hopkins en el FreeDome.
Lunes, 15 de agosto
Último día de festival y, tras casi una semana respirando tierra, ya estábamos muy agotados y el cuerpo nos pedía un poco de descanso, así que optamos por visitar el Gamelandhub para echar unas cuantas partidas de ajedrez. Además de éste, había muchos juegos disponibles: cartas, dardos, videojuegos, cubos de rubik, juegos de mesa, etc.
Por si el descanso en Gamelandhub no había sido suficiente, Inhaler se encargaron de despertarnos de golpe y ponernos en danza en el FreeDome. La banda liderada por Elijah Hewson, hijo del mismísmo Bono, levantó pasiones en una abarrotada carpa. La popular «It Won’t Always Be Like This» abrió el concierto por todo lo alto, en el que se sucedieron temas de su álbum del mismo nombre, cerrando a ritmo de «My Honest Face», con el que ya estábamos sudando la gota gorda.
Después de cenar llegó el turno del último gran cabeza de cartel del festival: Arctic Monkeys. La banda de Sheffield volvía a encabezar el Sziget tan solo dos ediciones después de su última visita, en esta ocasión con un set muy festivalero. Una puesta en escena con una gran cortina de fondo y una pantalla circular dentro de un gigante aro, con una bola de discoteca coronando toda la estructura, acompañó a Alex Turner y a los suyos mientras desgranaban su amplia discografía de hit en hit. «The View From the Afternoon», «Brianstorm», «Teddy Picker», «Arabella», «Do I Wanna Know?», «505» y un largo etcétera de éxitos sirvieron para animar a todo el festival, poniendo la guinda a la actuación con una atronadora «R U Mine?». Un concierto sobresaliente que se nos pasó volando. Por nuestra parte, que vengan siempre.
Volvimos al FreeDome para ver a Fontaines D.C., en la que sería nuestra última parada guitarrera de la edición. Las banderas irlandesas copaban las primeras filas y no tardó en montarse ese ambiente hooligan con temas como «Hurricane Laughter» o, especialmente, «Sha Sha Sha». Aprovecharon la ocasión para presentar su nuevo álbum, «Skinty Fia», del que destacaron unas «How Cold Love Is» y «Roman Holiday» entonadas como si se tratase ya de alguno de sus ya consagrados hits. La fiesta llegó a su fin también a ritmo de una de las nuevas, «I Love You», justo después de «Boys in the Better Land», poniendo la guinda a otro conciertazo más de los de Dublín, que se defendieron sobradamente ante el sonido un poco enlatado de la carpa.
Tan solo 15 minutos más tarde, en el mismo FreeDome, dio comienzo Bob Moses en su formato club set. Con unos impactantes visuales y voces en directo, Tom Howie y Jim Vallance se comieron el escenario intercalando éxitos propios con algunos temas ajenos. Uno de esos temas resultó ser «Alive», de Rufus de Sol, que cantamos a viva voz tras haberlos visto en el escenario principal hacía tan solo unos días. El de Bob Moses resultó ser el concierto de electrónica perfecto para despedirnos de la carpa hasta el año que viene.
Aún no queríamos despedirnos del Sziget, así que decidimos acercarnos a la fiesta elrow en el Party Arena, donde estaba teniendo lugar la sesión de Claptone. La carpa de electrónica, totalmente llena, lucía como un increíble y enorme bosque mágico, que era la temática escogida por elrow para la ocasión. Esta gran fiesta, en la que pudimos ver árboles de colores, plantas, flores, criaturas mágicas y un largo etcétera, nos sirvió para poner punto y final a nuestra aventura en el Sziget 2022.
Fin de la primera edición post pandemia del Sziget. ¡Nos vemos en 2023!
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