Parte I – Parte II – Parte III
Entre los pasados días 7 y 13 de agosto, en Budapest, tuvo lugar la vigésimo séptima edición del Sziget Festival. Aquí os contamos nuestra experiencia en la isla de la libertad.
Sziget 2019
Miércoles, 7 de agosto
Empieza a ser tradición inaugurar el Sziget en el escenaro VOLT, destinado tradicionalmente a actuaciones de grupos húngaros, pero donde este año pudimos encontrarnos a artistas internacionales como Juniore. Los franceses nos ofrecieron su dulce indie-pop con temas cantados en su lengua como «Magnifique», «Ouh là là» y «Panique». Otra vez, con este inicio de la semana, nos pudimos sumergir en la revolución y mezcla de naciones que consigue reunir el festival húngaro.
Nuestro siguiente objetivo era visitar la deseada carpa A38, donde durante toda la semana podemos disfrutar de una programación que reúne desde actuaciones pop, indie y rock durante el día hasta electrónica y trap a altas horas de la noche. Esta vez, abriendo este escenario, se encontraban Ocean Alley. La banda australiana de reggae-rock alternativo no quiso gastarnos las pilas, ya que quedaban muchas actuaciones por delante, y nos envolvieron en un suave ambiente de la mano de temas como «Knees», «Yellow Mellow» y «Confidence». Una combinación perfecta para escucharlos relajados en el césped que rodea la famosa carpa.
Estrenamos el escenario principal, dedicado a Dan Panaitescu, con Michael Kiwanuka. El artista británico nos ofreció una preciosa actuación en la que su impresionante voz y sus combativas letras fueron las protagonistas. Interpretó casi al completo su álbum «Love & Hate» (Interscope Records, 2016), abriendo con «One More Night» para más tarde triunfar con temas como «Black Man in a White World» o «Father’s Child», cerrando finalmente por todo lo alto con «Cold Little Heart» y «Love & Hate», cuando empezaban a escucharse los primeros coreos del día.
La siguiente en subirse al escenario principal fue Jain. La artista francesa se presentó completamente sola ante miles y miles de sziudadanos, que poco a poco se iban sumando a la fiesta que tenía montada. La dura tarea de llenar el enorme escenario del Sziget la realizó mediante grandes visuales, que arrancaron a la tercera canción, y un carisma desorbitado acompañando sus pegadizos hits. «Alright», «Dynabeat», «Zombie», «Inspecta» y, por supuesto, las populares «Makeba» y «Come», pusieron a bailar a todo el público.
Mantuvimos posiciones en el Main Stage para el primer gran cabeza de la semana: Ed Sheeran. La isla recibió el «÷ Tour», que ha batido el récord de ingresos de todos los tiempos, colgando el cartel de Sold Out. Así, 95.000 personas vibraron al ritmo de todos los hits de la superestrella británica. Además de las recientes «Castle on the Hill», «Galway Girl», «Perfect» y, por supuesto, «Shape of You», del nuevo álbum, pudimos escuchar varias canciones de «x» (Asylum, 2014), como «Sing» o «Thinking Out Loud». Tampoco quedaron de lado los fans del primer trabajo del británico, con «The A Team» y «You Need Me, I Don’t Need You», tema con el que cerró el concierto.
Lamentablemente, la cantidad de gente provocó que hubiera algún «crush» justo antes de empezar el concierto, sobretodo del lado derecho, con gente huyendo por encima de las barras y teniendo que acudir al servicio médico. Debería replantearse el aforo del festival, que no ha dejado de aumentar en los últimos años, llegando ahora hasta estos niveles extremos.
Nuestro puzle para exprimir al máximo el festival nos llevó directos al cabaret de Magic Mirror, la zona de la isla con una programación enteramente LGBT. Así, pudimos disfrutar de la divertidísima actuación «Briefs: The Second Coming» durante aproximadamente una hora.
Decidimos rematar el día en el A38 con la actuación de The Blaze. El dúo de electrónica, apoyado de impresionantes visuales, hizo las delicias de un A38 con muchas ganas de bailar. Los primos Guillaume y Jonathan Alric abrieron la caja en la que venían encerrados y nos llevaron en un viaje audiovisual durante una hora y cuarto, tiempo en el que acabamos totalmente rendidos ante ellos. Temas como «Heaven», «She», «Territory», «Juvenile» o «Queens» dieron clara muestra de la exquisita producción del dúo francés, justo antes de cerrar la caja con «Faces» y una más que merecida ovación.
Jueves, 8 de agosto
Arrancamos el segundo día con Tove Styrke en el A38. La idol sueca trajo su pegadizo pop electrónico con temas como «Borderline», «Mistakes», «On The Low», «Say My Name» o la popular «Sway». Los sziudadanos provenientes de Suecia hicieron de la carpa su hogar, tiñéndola de azul y amarillo y coreando los temas de la joven artista, que se mostró muy agradecida en todo momento. Además, Tove Styrke se sentó al borde del escenario para regalarnos una sentida cover del «Liability» de Lorde, artista a la que teloneó el año pasado en Estados Unidos.
Llegamos con el concierto empezado y apenas estuvimos un rato, pero pudimos ver que Franz Ferdinand lo hicieron de nuevo. Igual que hace tan solo unas semanas en el FIB, la banda escocesa puso patas arriba la gran explanada del escenario principal desbordando energía por todos los costados. Y es que Alex Kapranos y los suyos tienen hits de sobra, «Do You Want To», «Walk Away», «Ulysses», «Take Me Out» o «This Fire» fueron solo algunos de los escogidos para la ocasión.
Continuamos nuestra andadura de vuelta en el A38 con Pale Waves. La banda de Manchester presentó su álbum debut, «My Mind Make Noises» (Dirty Hit, 2018), en el Sziget justo antes de que saltaran The 1975 al escenario principal, grupo con el que guardan una relación muy especial. Y es que Matt Healy, vocalista de The 1975, fue encargado de producir algunas de las canciones de Pale Waves, además de dirigir el vídeo de «Television Romance», uno de los primeros temas en resonar en la carpa. Manteniendo su personalidad —aunque el parecido es más que notable—, nos hicieron bailar al ritmo de canciones como «New Year’s Eve», «My Obsession» o «There’s a Honey», con la que pusieron la guinda a su actuación.
Este segundo día era el primero en el que se podía acceder al circo del festival, así que aprovechamos para visitar el show de «Cirque Alfonse: Tabarnak». Se notaba que era el primer día y hubo algún que otro fallo, pero cumplió de sobra con su cometido de entretenernos durante una hora. Además, la agrupación canadiense contaba con el plus de ofrecernos música en directo como acompañamiento a sus malabares, piruetas, etc.
Tras el perfecto preámbulo que resultó el concierto de Pale Waves, llegó el turno del cabeza de cartel de la jornada: The 1975. Con su aclamado tercer álbum bajo el brazo, «A Brief Inquiry into Online Relationships» (Dirty Hit, 2018), la banda británica se encontró encabezando uno de los mayores festivales de Europa, ante decenas de miles de personas. Quizás la presión del momento le jugó una mala pasada a Matty, que apareció en escena aparentemente pasado y trató de defender el concierto como mejor pudo. Si en el FIB había arrasado, aquí se le vio ciertamente falto de energía, aunque entre el ambiente del público y los hits de la banda se salvó la actuación. Abrieron directamente con «Give Yourself a Try», desatando la locura entre las primeras filas del Dan Panaitescu Main Stage, que así se mantendrían durante toda la actuación, mientras entrelazaban los temas de sus tres discos de estudio. «Somebody Else», «I Always Wanna Die (Sometimes)», «Love It If We Made It», «Chocolate», «Sex» y «The Sound» remataron un concierto de altibajos. A destacar, nos regalaron una preciosa versión de «You».
Volvimos al A38 para el esperado concierto de CHVRCHES. El trío escocés, que ahora se presenta acompañado de un batería para dotar sus directos de una mayor fuerza, abrió su concierto de la mejor forma posible con el single «Get Out», de su último álbum «Love is Dead» (Glassnote Records, 2018). «Bury It» y «We Sink» nos llevaron de vuelta a sus dos anteriores trabajos antes de continuar con «Graffiti», la combativa «Graves» y otro de los singles, «Miracle». Los temas «Science/Visions» y «Tether» marcaron uno de los puntos álgidos de la actuación hasta llegar a un final de órdago con «Clearest Blue», «The Mother We Share» y «Never Say Die». Junto a grandes visuales y en la hora mágica del A38, Lauren Mayberry y los suyos se entregaron para regalarnos un concierto de 10.
Teníamos intención de gastar las últimas pilas del día asomándonos al Bacardí Arena, la carpa dedicada al EDM. Allí, elrow estaba celebrando una noche temática con estética asiática, lo que nos produjo tal rechazo que nos mandó directos de vuelta a la tienda.
¡Pronto las siguientes partes de la crónica!